jueves, 9 de marzo de 2017

Desvelando el senderismo

El senderismo es una actividad muy gratificante por muchos motivos: el ejercicio físico moderado proporciona un estado de ánimo óptimo; la contemplación del entorno natural es una preciosa caricia al alma; la desconexión de la rutina y del medio urbano se convierte en terapia balsámica para la recarga de nuestras baterías. En definitiva, que debería ser prescrito como medicamento para nuestro bienestar físico y anímico.
Cima de los Obispos (Revolcadores). Pepe, Bona, Raquel, Mari Paz, Leo, Quique y José Carroza.
Yo, que casi siempre lo he realizado en solitario, llevo algo más de un año haciendo salidas con un grupo de amigos que va de 3 a 10 personas por excursión. Como soy el que lleva más tiempo en esto y conozco bastantes rutas, suelo ser yo quien las elige, haciendo las veces de pastorcillo 😝.
Hemos realizado ya unas cuantas en las que vamos variando lugares, combinando montaña y campo, y hasta hicimos en un fin de semana las dos últimas etapas del GR 7 murciano (ver aquí y aquí).
Rambla Perea: José Galleta, Juan Fran, Sebas, Luis, Quique, Raúl, Miguelito, Mari Paz y Bona (foto de José Carroza).
Me sigue encantando salir solo; no puedo negarlo, me fascina descubrir lugares nuevos, y hacerlo a mi ritmo, a mi estilo, a solas con mi entusiasmo y concentrado para captar todos los detalles que pueda.
Pero la vida está llena de pequeños regalos que uno puede desenvolver si presta un poco de atención para reconocerlos. ¿A qué me refiero? Pues a que a menudo evité la compañía, creyendo que me iba a saturar (soy un solitario empedernido), pero me he dado cuenta de todo lo contrario: no sólo la tolero sino que ahora la deseo, convirtiéndose estas salidas grupales en todo un acontecimiento para mí.
Pico de la Pila: Quique, Pepe y Bona.
Como es lógico, el círculo que forma esta pequeñísima comunidad comenzó con los más allegados (algún familiar y unos cuantos amigos de toda la vida). Poco a poco se está ampliando, y unos vamos trayendo nuevos compañeros.
De momento rondamos las 25 personas, aunque nunca hemos salido todos a la vez.
El secreto, sin duda, está en el inmejorable ambiente que existe entre todos nosotros. Esto lo achaco a la misma razón de la que considero que se nutre el Camino de Santiago, donde uno puede vivir el mágico buen rollo que impera entre los peregrinos. Esto debe ser, entre otros motivos, porque todos los que acuden, sea cual sea su motivación, están en el lugar y momento que desean, lo que ayuda bastante a que la disposición previa sea más que favorable.
Peña Rubia (Zarzadilla de Totana). Quique, Bona y Pablo, nuestro miembro cacereño.
Aquí es -a escala menor- lo que viene a suceder en nuestros encuentros, pues llegamos al domingo deseando disfrutar de la ruta escogida. Ha habido muchos momentos impagables y ni uno sólo amargo.
Personalmente me satisface mucho poder mostrar muchos de esos lugares de la Región de Murcia en los que me he sentido un privilegiado al poderlos admirar en soledad. Es una especie de sensación paternal, como si estuviera desvelando un buen secreto a alguien de confianza. Compartir es de lo más grande que se puede llegar a hacer, recogiendo por ello una buena recompensa en forma de satisfacción.
Y no olvidemos los almuerzos con los que solemos poner la guinda a la mañana. Bullas, Barranda, Sangonera la Verde, las ventas del Puerto de la Cadena y del Garruchal, entre otros, nos han repuesto del esfuerzo físico a base de pan, vino, cerveza, habas y demás delicias.
Senda Bonita: Juan Fran, Bona y Quique (foto de José Carroza).
Majal Blanco, Valle Perdido, Puerto de la Cadena, sierras de Carrascoy, Espuña, Ricote y la Pila, Revolcadores, Columbares, Mamellones, Zarzadilla de Totana, Venta del Pino, Fuente Caputa o Moratalla no son más que un preámbulo de lujo a todo lo que está por venir.
¿Por qué nos llamamos "Desvelando el senderismo"? Una broma tonta que surgió en una de nuestras primeras salidas. En realidad no tenemos nombre, pues ni estamos federados ni constituidos como club. Sólo un grupo variado que queda para salir a caminar.
Invitado queda todo el que quiera unirse a nosotros. Aseguramos una buena ruta, mejor compañía y un ambiente inmejorable. Para repetir. Garantizado.
Pico de la Selva (Sierra de Pedro Ponce): Quique, Bona, Pepe y José Carroza.
Carrascoy: Bona, Sebas, Quique (delante), Luis, José Carroza, Mariano y Pepe.
Sierra Espuña: Javi, Carroza, Leo, Juan Fran, Miguelito, Luis, Miguel Ángel, Quique, Bona y Pablo (foto de Javi).
Cañada de la Cruz, tras acabar nuestro GR 7: Javi y Luis (Senderos GR), Miguel Ángel, Carroza, Quique, Bona y Juan Fran.

2 comentarios:

  1. Un saludo, compañero.
    No soy Murciano, si no Gaditano, y hasta aquí me han llegado tus palabras.
    Me alegra mucho haber conocido este blog, lo encontré por mediación de los amigos de Retoselfclean. Donde la primera foto, he estado sólo una vez, y me gustó muchísimo. Veo que han instalado un buzón de madera.
    Me alegro de esa unión que habéis creado para disfrutar de la naturaleza... a mi también me encanta, y lo reflejanos en otro blog. Te dejaré el enlace de los Revolcadores, para que lo conozcas.
    Muchas gracias, amigo.
    http://isabelcaceres-caminosycaos.blogspot.com.es/2012/01/los-obispos-y-revolcadores-2015-ms-para.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Franeto, y muchas gracias por tu comentario. Para cualquier senderista murciano la ascensión a Los Obispos y Revolcadores es obligada. Nosotros subimos desde Inazares, y nos hizo un día estupendo, sin frío ni viento. Toda una experiencia.
      Desgraciadamente aún no conozco tu tierra, tendré que resolverlo pronto, pues le tengo muchas ganas. Una buena opción sería llegar a pie haciendo del GR 7, que une Andorra con Tarifa, jeje.
      Ah, me ha gustado vuestro blog. Es muy gratificante compartir aquello que uno hace con pasión.
      Cuando vuelvas a tierras murcianas no dudes en avisar para subir a alguna de nuestras sierras y pegarnos una buena comida.

      Un abrazo muy grande, compañero.
      Miguel Ángel.

      Eliminar